La vida de la mujer ha sufrido una notable evolución en el sector laboral, con la introducción en la vida profesional. Lejos han quedado los perjuicios sexistas y cada vez más se está dejando un hueco al mundo femenino en la ocupación de altos cargos directivos, y en puestos de trabajo en general. La mujer cada vez está adoptando un papel más importante en la vida laboral. Para ello se ha luchado mucho para que existiera una igualdad de sexos en el momento de ocupar un cargo profesional. La sociedad y, más concretamente, las empresas se han ido concienciando de la inclusión de este sexo.
Se han ido adoptando medias y aprobado nuevas normativas que velan por una igualdad de sexos y con ello por la conciliación familiar y laboral. Una de las novedades más importantes que se produjeron, entre otras, era la inclusión de un permiso que lo denominó “reducción de jornada para cuidado de menores”. Ésta se caracterizaba por la posibilidad de solicitar a la empresa una reducción de jornada laboral con el consecuente reducción de salario, siempre y cuando el menor no hubiera alcanzado los 8 años de edad. Tuvo una gran acogida por parte del sector femenino, pues permitía la conciliación de la vida laboral y atender a sus familiares sin desvincularse de la empresa y sin tener que abandonar, aunque fuera por periodo corto de tiempo, su puesto de trabajo.
Ante la situación que atravesamos, y con la finalidad de dar mayor cobertura a este permiso, el pasado 20 de diciembre de 2013, el gobierno aprueba el Real Decreto-Ley 16/2013, por el que se modifica el artículo 37.5, primer párrafo, del Estatuto de los Trabajadores en el que se amplía en 4 años, es decir hasta el cumplimiento de los 12 años del menor, para poder solicitar la reducción de jornada por motivos familiares, asemejándose a lo que sucede en la Administración. Además incluye otra novedad, el Real Decreto Ley 16/2013, que es dar libertad a elegir su horario cuando solicite la reducción de jornada.
Esta medida adoptada por el gobierno tiene como finalidad principal el fomento de la contratación a fin de que sea más estable, y con ello contratar más personal joven. Es una manera de que la empresa se sensibilice con lo que es una realidad, la compatibilidad de la vida personal-familiar y la profesional, además se permite una mayor flexibilidad de horario para no frustrar su finalidad.
Cada vez más las empresas aplican medidas para la conciliación de la vida familiar y laboral, pues mejora la productividad de los empleados y permite, de alguna manera, que la empresa sea más competitiva en el mercado. Según estudios realizados, el trabajador que ya goza de estas medidas trabaja con mayor rendimiento. Es más, en la actualidad se está observando que lo que en un principio parecía ser una medida únicamente enfocada a las mujeres, a día de hoy numeroso número de hombres están solicitando este permiso a fin de poder compatibilizar su vida profesional con su respectiva mujer o con situaciones personales.
Queda lejos la mentalidad de muchos empresarios de pensar que por el hecho de permanecer en el puesto de trabajo mayor número de horas, ese trabajador es más competente. A día de las empresas son conscientes de la realidad existente, y por ello están más sensibilizados con la aplicación de este tipo de medidas.
Desde mi punto de vista esta medida fomenta la contratación de nuevos puestos de trabajo y a la vez motiva al personal contratado a la compatibilidad con su vida profesional, hecho que ha quedado demostrado en los casos en que se ha aceptado dicha medida por las empresas, que el resultado es muy satisfactorio.