Suspensión de los desahucios: sí, pero con compensación al pequeño propietario

el-economista
2 junio, 2021
 / 

Uno de los principales problemas que ha traído la Covid-19 y la crisis económica consecuente ha sido la incapacidad de las familias para afrontar sus deudas. La morosidad bancaria, según datos del INE, se sitúa en el 4,6% del total de crédito concedido, y ante esta situación, era necesaria la intervención estatal para garantizar que el impacto en los colectivos más vulnerables fuera el menos posible.

En este sentido, el gobierno de España aprobó en diciembre el Real Decreto Ley 37/2020, que regulaba la moratoria de los desahucios y los contratos de alquiler y la suspensión de los lanzamientos hasta que se decretara el fin del estado de alarma y el pasado abril decidió prorrogar este decreto hasta el 9 de agosto.

Conocida como “Ley Anti-desahucios”, esta normativa tendrá efectos, en la práctica, hasta el 9 de septiembre, ya que agosto es un período inhábil para los juzgados. Aunque el estado de alarma sanitario acabe, la crisis económica prosigue, por lo que la prórroga es necesaria, ya que supone un alivio y un soplo de aire fresco para los colectivos más vulnerables y cuya situación económica se ha visto gravemente perjudicada como consecuencia de la pandemia.

Una solución a medias

Aunque positiva para el interés general, la suspensión de los procedimientos de desahucios es insuficiente para solucionar la problemática de la emergencia habitacional. La regulación no deja de ser un brindis al sol si no va acompañada de un paquete de inversiones y recursos que permitan a las administraciones hacer frente a las necesidades habitacionales de sus ciudadanos.

Además, con esta resolución se paralizan los procedimientos, pero no se acompaña de medios para los propietarios que se ven perjudicados por la falta de ingresos. Evidentemente, hay que prestar ayuda al inquilino que por causas de fuerza mayor no puede hacer frente al pago del alquiler, pero también al propietario, que sufre igualmente los efectos de la crisis.

Por ello, esta prórroga debería ir acompañada de un paquete de ayudas al propietario, para que él también pueda mitigar los efectos de la crisis económica en el mercado.

Compartir