Establece un aumento de la transparencia con los clientes y busca prevenir situaciones de endeudamiento insostenible. Sanahuja Miranda, en Expansión.
Este sábado 2 de enero empezarán a entrar en vigor las distintas fases de la nueva orden ministerial relativa al crédito revolving, con la conocida como cuesta de enero como telón de fondo, que esta vez podría complicarse aún más por la crisis derivada del coronavirus.
La nueva normativa incorpora mejoras destinadas a aumentar la transparencia con los clientes y a prevenir futuras situaciones de endeudamiento insostenible mediante el fortalecimiento de la evaluación de solvencia que las entidades deben realizar antes de conceder el crédito revolving.
El socio director del despacho Sanahuja Miranda Abogados, Fernando Sanahuja, también ha avisado de que la trampa en este tipo de créditos es que el banco suele imponer el modo de pago aplazado para la devolución del importe, a pesar de que el mismo usuario puede escoger si quiere pagar el total del importe o dividirlo.
«Es imprescindible conocer las condiciones del pago mensual, cómo se amortiza la deuda y cuáles serán los plazos», ha añadido Sanahuja.
Asimismo, Asufin y Adicae se posicionan en esta línea e insisten en la falta de información que recibe el usuario a la hora de contratar una revolving. En opinión de ambas asociaciones en defensa de los consumidores, la nueva normativa no ejerce un control tan eficaz y abogan por contemplar sanciones para las entidades que fallen en la evaluación de solvencia de los clientes.