Cómo demostrar que los daños del coche de alquiler no son tuyos y evitar que la devolución sea una odisea
Las vacaciones están llegando a su fin para muchos españoles, si no han acabado ya, y llega el momento de regresar a casa, con todo lo que eso conlleva. Entre esas tareas previas a volver a la rutina, algunos tendrán que proceder a la devolución del coche que decidieron alquilar para moverse por la zona donde han pasado sus días de descanso.
Y es que muchos turistas optan por arrendar un vehículo con el fin de tener libertad y no depender del transporte público, aunque la oferta ha disminuido con los años. Según la Federación Nacional de Vehículos de Alquiler (Feneval), España cuenta con una flota de vehículos de alrededor de 650.000, un parque que en la época prepandemia estaba por encima de los 800.000.
Más allá de una oferta actual más escasa y cara, las personas que deciden alquilar un coche se están encontrando con otro tipo de problemas, sobre todo relacionados con el proceso de devolución. «Los cobros fantasma se disparan en época estival», advierte Estel Romero, abogada del despacho Sanahuja Miranda Abogados.
Estos cobros se tratan de cargos que realizan las compañías de rent a car a sus clientes una vez terminada la prestación del servicio, bien sin una justificación clara o bien con la excusa de costear unas reparaciones en el vehículo que, en ocasiones, son daños que el cliente no ha cometido.
«Los daños que las compañías de alquiler pretenden imputar al cliente no son responsabilidad de este, sino que ya existían antes de tomar posesión el vehículo o son posteriores a la relación contractual», apunta Romero. Sin embargo, además del disgusto económico, reclamar puede convertirse en una auténtica odisea.
La sorpresa que se lleva el cliente al revisar su cuenta bancaria es mayúscula, pero el proceso de reclamación también puede generar un desgaste emocional. «Esta mala experiencia se traduce en un cruce de emails y llamadas con el objetivo de pedir explicaciones y recuperar el dinero», comenta la abogada.
En todo caso, las compañías no pueden cobrar al cliente la reparación de un coche de alquiler cuando no existen pruebas de su responsabilidad. «La empresa tiene que demostrar que existe un nexo causal para imputar al usuario la responsabilidad del daño en el vehículo», asegura Romero.
Si no se ha reportado ninguna incidencia a la compañía durante el periodo de alquiler, los daños cuya reparación se cobran al usuario podrían haberse producido antes o después. «El parte de accidente es la prueba que determina quién es el responsable de correr con los gastos«, expone la experta legal.
Reclamar daños no cometidos
En el caso de que una empresa reclame daños causados en el vehículo, el cliente siempre podrá defenderse demostrando que tales defectos ya existían o que fueron causados por un usuario posterior. Para que el proceso de reclamación sea más fácil, se debe prestar atención a las siguientes cuestiones:
– Leer el contrato. A la hora de firmar, tanto a la recogida como a la devolución del coche, se debe leer detenidamente el contrato y en especial la letra pequeña de las condiciones y cláusulas, tales como las del seguro, el depósito y la política de devolución. Si se detecta un cobro extra tras la devolución, hay que buscar si existe alguna referencia que indique que se pueda cargar reparaciones sin que se haya demostrado que el usuario haya tenido un tenido accidente.
– Comprobar el coche durante la entrega. Al alquilar un coche, las compañías suelen entregar una hoja de posibles daños que tiene el vehículo y que aún no han podido ser reparados. Por ello, es recomendable confirmar que dicho análisis es correcto, además de revisar tanto el interior como el exterior para comprobar que no haya más deterioros.
– Comunicar cualquier desperfecto. Si después de recoger el coche te percatas de alguna avería o un mal funcionamiento que no esté recogido en el documento, debes comunicarlo de inmediato a la oficina donde has recogido el vehículo y asegurarte de que toda la información se ha registrado por escrito, con fecha y firma correspondientes.
– Sacar fotografías y/o vídeos. Nunca está de más sacar fotografías desde todos los ángulos, tanto en la recogida como en la entrega, para demostrar el estado en el que se entregó el vehículo. Es importante conservarlas con datos como la fecha y, a ser posible, ubicación donde se han tomado las imágenes.
– Quedarse una copia del justificante. Al devolver el vehículo es conveniente quedarse con el encargado de revisarlo y pedirle una copia del documento completo que justifique que el vehículo de alquiler ha regresado a la oficina en tiempo y forma.