Así se evita el retraso desleal en tarjetas revolving
El uso de las tarjetas revolving ha experimentado un aumento significativo debido a las dificultades económicas, alcanzando un saldo vivo de 11.303 millones de euros en marzo, según datos del Banco de España. Sin embargo, este incremento en la contratación de estos productos también ha llevado a un aumento en las reclamaciones por parte de los usuarios. Según el supervisor, se acumularon 3.771 quejas relacionadas con tarjetas revolving en 2021. Estas tarjetas se caracterizan por su funcionamiento complejo, ofreciendo pagos aplazados con intereses generalmente muy elevados. La Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN) informa que, a finales de 2022, el interés promedio de estas tarjetas alcanzó el 21,15%. Ante esta situación, es crucial comprender cuándo y cómo reclamar para proteger los derechos de los consumidores.
En primer lugar, es recomendable actuar con prontitud. La rapidez puede ser determinante para el éxito en los juicios relacionados con las tarjetas revolving. Interponer una demanda lo antes posible permite buscar la nulidad del contrato y evitar que el proceso se alargue innecesariamente. La abogada Estel Romero, del despacho Sanahuja Miranda Abogados, advierte que esperar demasiado puede llevar al juez a considerar que se ha actuado de mala fe.
El paso del tiempo por sí solo no justifica el retraso desleal, pero existe el riesgo de que el banco crea que el derecho a reclamar no será ejercido. Por esta razón, es fundamental tomar medidas para recuperar lo perdido y contar con profesionales legales que brinden asesoramiento experto.
Además de los intereses abusivos, existen otros motivos legales que respaldan las reclamaciones. El argumento principal suele ser la usura, estableciendo un margen de seis puntos entre el interés de la tarjeta y el valor medio oficial. También es relevante el tamaño de la letra en el contrato, ya que su dificultad de lectura puede llevar a que se declare nulo por abusivo. Asimismo, si la entidad no ha sido transparente en la comercialización de la tarjeta, el consumidor puede recuperar su dinero basándose en la falta de transparencia.
Es importante no permitir que la deuda siga acumulándose. Lo ideal es liquidar la tarjeta si se tiene la posibilidad mientras se lleva a cabo el proceso de reclamación. Incluso después de cancelar completamente la tarjeta, aún se puede iniciar el proceso de reclamación. Se recomienda presentar la reclamación antes de que transcurran cinco años desde la liquidación de la tarjeta.
En resumen, para proteger los derechos de los consumidores afectados por las tarjetas revolving, es esencial actuar con prontitud y buscar asesoramiento legal especializado. La presentación temprana de reclamaciones, basadas en motivos como la usura, la letra pequeña abusiva y la falta de transparencia, puede ser clave para recuperar el dinero perdido. No permitas que la deuda se acumule y toma medidas para reclamar lo que legítimamente te corresponde.