Un préstamo más caro. Tras el vendaval judiciario que ha vivido el mercado hipotecario en la última parte de este año, en 2019 endeudarse para adquirir una vivienda ofreciéndola al banco como garantía conllevará un mayor esfuerzo económico. La razón –que esgrimen todos los expertos consultados– es que la nueva ley de crédito inmobiliario, cuya aprobación en el Senado está prevista para marzo, supondrá que las entidades asuman más costes que en la actualidad, y que estas acaben trasladándolas al usuario. “Lo más lógico es que, una vez entre en vigor la normativa, se intente repercutir los gastos a los hipotecados”, explica Silvina Palacios, especialista en derecho bancario del despacho de abogados Sanahuja Miranda en El País.
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